Si tu hijo no quiere comer durante el inicio de la alimentación complementaria, es importante recordar que es un proceso nuevo para él y puede tomar tiempo acostumbrarse. Aquí te doy algunos consejos y recetas para ayudarlo a comer más:
1. Introduce los alimentos de forma gradual: Comienza con pequeñas cantidades de alimentos suaves y fáciles de digerir, como purés de frutas y verduras. Poco a poco, puedes ir incorporando otros alimentos más sólidos.
2. Ofrece variedad de alimentos: Es importante ofrecerle a tu hijo una variedad de alimentos para que pueda experimentar diferentes sabores y texturas. Prueba con frutas, verduras, cereales, carnes y lácteos.
3. Haz la comida divertida: Presenta los alimentos de forma creativa para hacer la hora de la comida más divertida. Puedes hacer formas con la comida, usar colores llamativos o crear platos con diferentes texturas.
4. Establece rutinas y horarios: Es importante establecer horarios regulares para las comidas y no presionar a tu hijo para que coma si no tiene hambre. También es importante sentarse a comer en familia para que tu hijo vea cómo se comportan los demás durante la hora de la comida.
5. Consulta con un pediatra: Si tu hijo sigue rechazando los alimentos de forma persistente, es recomendable consultar con un pediatra para descartar posibles problemas de salud.
Como es algo nuevo para nuestro bebé tenemos que entenderlo y ponernos en su lugar y una de las maneras para hacerle más fácil este nuevo proceso o cambio al bebé es hacerle diversas recetas que sean nutritivas fáciles y que llamen la atención del niño.
Recetas fáciles y nutritivas para tu hijo:
- Puré de manzana y pera: Licúa unas manzanas y peras peladas y sin semillas hasta obtener una mezcla suave. Puedes servirlo como postre o como parte de la comida principal.
- Puré de zanahoria y calabacín: Hierve zanahorias y calabacines hasta que estén suaves y luego licúalos hasta obtener un puré. Puedes añadir un poco de aceite de oliva para darle sabor.
- Batido de plátano y espinacas: Licúa un plátano maduro con unas hojas de espinacas y un poco de leche de fórmula o leche materna. Este batido es una forma nutritiva de incorporar frutas y verduras a la dieta de tu hijo.
Recuerda ser paciente y seguir ofreciendo alimentos de forma constante. Con el tiempo, tu hijo se acostumbrará a la alimentación complementaria y comenzará a disfrutar de los diferentes sabores y texturas de los alimentos.